En Brasil, la frenética carrera por “la estatua católica más grande del mundo”
Ante la caída en picado del número de católicos, muchas comunidades brasileñas recurren a la construcción de estatuas religiosas monumentales. Más que un símbolo, estos colosos atraen a más visitantes y representan una nueva apropiación cultural por parte de evangélicos cada vez más influyentes. Reportaje de “El País América”.
El Cristo Redentor con los brazos extendidos sobre Río de Janeiro es la estatua más emblemática de Brasil, pero ahora tiene competidores. El país vive un frenesí por construir la estatua católica más grande del mundo, con multitud de proyectos en todo el país, desde santos y vírgenes hasta imitaciones más o menos logradas del Cristo del Corcovado .
Un fenómeno que coincide con un innegable declive del catolicismo en el país con mayor número de católicos del mundo.
En 2010, los católicos constituían el 65,1% de la población, pero en 2022 habían caído al 56,7%, de 105,4 millones a 100,2 millones de brasileños, la cifra más baja desde que se tienen registros, según los datos oficiales más recientes del censo, publicados a principios de este mes.
Cada año, más de 430.000 brasileños abandonan la Iglesia Católica Apostólica Romana. Es difícil creerlo, considerando monumentos como el Cristo de Encantado, un pueblo de poco más de 20.000 habitantes en el extremo sur del país. Desde 2022, este pueblo ostenta la estatua de Cristo más grande del mundo: 1.700 toneladas y 43,5 metros de altura, cinco veces más alta que el famoso Cristo de Río.
Este Cristo tiene
Courrier International